Sudoku presidencial

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Sudoku presidencial
Es un juego de ingenio y habilidad matemática. El mismo ingenio y habilidad con el que la Presidenta de la Nación combina los números de manera tal que el resultado, planteado en término de estricta racionalidad, se traducen en un pequeño fracaso. Pequeñísimo si se comparan las cifras totales, con las parciales, con las globales, con las sumatorias menos los que no cuentan, con los enteros más los fraccionados.

Una vez más, la puesta en escena del kirchnerismo hace agua. En esta casi conferencia de prensa nos deja con sabor a “no entendieron nada” o aún peor, a “entendieron todo pero no van a hacer nada”.

La Presidenta insiste con la manía discursiva de forzar la lógica hasta inducir los razonamientos menos pensados y más falaces. Entre distendida y juguetona se considera una víctima de la prensa a la cual ataca con fechas, números, preguntas inversas.

En vez de responder con altura y calidad a la necesidad de los argentinos de saber qué pasará con nuestro país de acá en adelante.

La política no es una ciencia exacta y cada voto expresa más que un número racional; muestra una idea, un sentimiento, un enojo, un respaldo, una esperanza, una apuesta.

Pero ante la ceguera autoimpuesta del oficialismo, los periodistas plantearon temas puntuales y las respuestas, difusas, se tornaron increíbles en el momento en el que, por ejemplo, la Dra Fernandez de Kirchner señaló al FMI como aval de las estadísticas del Indec, o ante el problema de la gripe A, exhibió orgullosa el horario de comienzo de una reunión de asesoramiento con especialistas, cuando las cifras –que tanto gusta mencionar- demuestran que es demasiado tarde y que el crecimiento exponencial de la pandemia en nuestro país es producto de la inoperancia y la desidia de las autoridades nacionales para enfrentar el tema.

En su burbuja de cristal, la presidenta consideró innecesario un cambio en el gabinete de ministros, al argumentar que nada tiene que ver con la derrota en las elecciones legislativas. Pero cómo?, no se sustentó la campaña en la idea de que las elecciones legislativas constituían un plebiscito del Gobierno Nacional? Pues bien, parece que no.

Acá no pasó nada y, según la Presidenta las “cifras” objetivas son el resultado lógico del desgaste del Gobierno luego de seis años de gestión.

Señora Presidenta: en nuestro país todavía no existe el bipresidencialismo. En todo caso el ex Presidente Kirchner completó cuatro años de mandato y su gestión, que debería estar disfrutando de las mieles de los primeros tiempos, lleva apenas la mitad del período cumplido.

Todavía restan dos años de gobierno. Las opciones no son demasiadas. La gobernabilidad solo puede asegurarse con una profunda vocación de transformación institucional, disposición al diálogo, tolerancia al disenso, amor por los valores republicanos, apertura mental y humildad para escuchar las demandas del pueblo expresadas legítimamente mediante el voto. Nada de eso se pudo ver en el discurso del derrotado Néstor Kirchner, mucho menos en la conferencia de prensa realizada hoy por la Señora Presidenta.